Recuerdo el ozonopino o algo similar cuyo perfume no debía ser nada sutil. Mi hermano trabajó una temporada de representante y lo vendía sobre todo a los propietarios de los cines y algunas discotecas de Gran Vía, Callao, Leganitos...
¡Qué serena belleza la de los jardines de piedra!
Ese era el ozonopino. El de tu hermano.
Recuerdo el ozonopino o algo similar cuyo perfume no debía ser nada sutil. Mi hermano trabajó una temporada de representante y lo vendía sobre todo a los propietarios de los cines y algunas discotecas de Gran Vía, Callao, Leganitos...
ResponderEliminar¡Qué serena belleza la de los jardines de piedra!
ResponderEliminarEse era el ozonopino. El de tu hermano.
ResponderEliminar