Hace treinta y nueve años. Era la noche de carnaval en Las Palmas. A las cinco y treinta y dos minutos nacía mi hijo Borja. Yo era muy joven. Su llegada supuso una alegría enorme.
El admirador chino y las uvas de la ira.
Hace treinta y nueve años. Era la noche de carnaval en Las Palmas. A las cinco y treinta y dos minutos nacía mi hijo Borja. Yo era muy joven. Su llegada supuso una alegría enorme.
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