A mí Barceló me parece un tipo muy entretenido. Ningún pícaro es aburrido. Sus cuadros me suelen parecer malos. Esa soltura no es capaz de concretar en nada. Finalmente ser transparente y concreto es lo más díficil y lo único importante. Como ceramista me parece , salvo alguna excepción, horroroso. En Dogón aprendió a manejar el barro y según parece a apropiarse de algunas piezas , que como buen pillo, ha enseñado y vendido como suyas. Sus ideas sociales y políticas están en las antípodas de las mías.
Los bisontes de Barceló, algo tan íbero, que pintorrojea por aquí y por allí , son cualquier cosa menos bisontes y sus toros son vaquillas, porque si lo miras bien, resulta que es un tipo blando. Sus cosas son blandas, con todo lo que parece de gestual y fuerte y expresionista. La falta de buen dibujo, le quita el hueso.
Lástima el idioma. Desgraciadamente ni lo hablo ni lo entiendo. Me encantaría conocer todas las lenguas del mundo.
ResponderEliminarA mí Barceló me parece un tipo muy entretenido. Ningún pícaro es aburrido. Sus cuadros me suelen parecer malos. Esa soltura no es capaz de concretar en nada. Finalmente ser transparente y concreto es lo más díficil y lo único importante. Como ceramista me parece , salvo alguna excepción, horroroso. En Dogón aprendió a manejar el barro y según parece a apropiarse de algunas piezas , que como buen pillo, ha enseñado y vendido como suyas. Sus ideas sociales y políticas están en las antípodas de las mías.
ResponderEliminarLos bisontes de Barceló, algo tan íbero, que pintorrojea por aquí y por allí , son cualquier cosa menos bisontes y sus toros son vaquillas, porque si lo miras bien, resulta que es un tipo blando. Sus cosas son blandas, con todo lo que parece de gestual y fuerte y expresionista. La falta de buen dibujo, le quita el hueso.
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