Duró muy poco la belleza en manos, y pies, de la gente. Batallas de bolas de nieve, nunca he comprendido ese instinto primitivo, el bar abierto y un reguero de colillas en la puerta, todo pisoteado y algunos nyentos de muñecones de nieve ... la imbecilidad general y manifiesta. Lo que queda se va a convertir en hielo y será menos divertido.
Desde mi infancia no había visto nevar así en Madrid.
ResponderEliminarDuró muy poco la belleza en manos, y pies, de la gente. Batallas de bolas de nieve, nunca he comprendido ese instinto primitivo, el bar abierto y un reguero de colillas en la puerta, todo pisoteado y algunos nyentos de muñecones de nieve ... la imbecilidad general y manifiesta.
ResponderEliminarLo que queda se va a convertir en hielo y será menos divertido.