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miércoles, noviembre 23, 2022


2 comentarios:

  1. Yo fui un niño crédulo. Qué razón había para no creer? Mi padre me decía que en Su colegio en las montañas suizas hacían tortitas de nieve a la plancha. Qué razón había para dudarlo? Ya no soy tan creyente , salvo en mi trabajo. En este trabajo, como en la música o la literatura...todo es posible. No hay barrera física que lo impida.

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  2. De pronto me dí cuenta de que la nieve no aguanta el calor. No se pueden hacer tortitas de nieve a la plancha para desayunarlas con mermelada de grosellas. Se nos fueron impusiendo a todos las verdades una tras otra, hasta conseguir que interiormente tengamos todos un poso de tristeza irremediable.

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