Lo primero que te pregunta un galerista es tu nombre. Su cabeza repasa interiormente sus ficheros si es que no eres famoso. Tiene que completar la información y su segunda pregunta es con quién has expuesto. La segunda pregunta lleva implícita una mirada que es como una pregunta más pero invisible. Calcula, edad, imagen... La respuesta es siempre estrecha y distante. Tiene relación con lo penoso y decadente de su negocio. No venden un churro pero son " del mundo del arte" una elite cultural y social que está por encima de cualquier ser humano de fuera de sus muros. Son extremadamente cursis y sectarios. Por eso no les van bien las cosas. Para tener una tienda y vender hay que ser muy buen tendero. Tendero y a vender...
4 comentarios:
Lo primero que te pregunta un galerista es tu nombre. Su cabeza repasa interiormente sus ficheros si es que no eres famoso. Tiene que completar la información y su segunda pregunta es con quién has expuesto. La segunda pregunta lleva implícita una mirada que es como una pregunta más pero invisible. Calcula, edad, imagen...
La respuesta es siempre estrecha y distante. Tiene relación con lo penoso y decadente de su negocio. No venden un churro pero son " del mundo del arte" una elite cultural y social que está por encima de cualquier ser humano de fuera de sus muros. Son extremadamente cursis y sectarios. Por eso no les van bien las cosas. Para tener una tienda y vender hay que ser muy buen tendero. Tendero y a vender...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Si eres artista no quieren mirar lo que haces, y si eres comprador se ponen cursis.
No venden ni una mala escoba .
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