sábado, octubre 31, 2015

El juicio al Papa cadaver.

..."Quien sí llevó a cabo estos planes fue el Papa Esteban VI, un obispo de Anagni descendiente de una familia noble de Roma, pariente y discípulo del obispo y famoso bibliotecario Zacarías. El nuevo Pontífice ordenó, siguiendo las instrucciones de Lamberto de Spoleto y de su madre, que el cadáver de Formoso fuera exhumado para someterlo a un juicio por sus pecados. La damnatio memoriae a la que aspiraban los Spoleto no se limitaba a deshacer legalmente lo hecho por Formoso, como acostumbraban a hacer los romanos con sus Emperadores más infames, sino que pretendían un espectáculo que el paso de los siglos jamás olvidara. Tras nueve meses enterrado, el cuerpo de Formoso fue sacado de su tumba, vestido con los ornamentos papales y sentado ante el tribunal eclesiástico. La espeluznante escena de un cadáver en avanzado estado de descomposición y atado a la silla para evitar que se escurriera debió resultar dantesca, pero no frenó un proceso que hoy es conocido como el Sínodo del Terror y que retrató a Estaban como un maniaco.
«Un hedor terrible emanaba de los restos cadavéricos. A pesar de todo ello, se le llevó ante el Tribunal, revestido de sus ornamentos sagrados, con la mitra papal sobre la cabeza casi esqueletizada donde en las vacías cuencas pululaban los gusanos destructores, los trabajadores de la muerte», aparece descrito en el Concilio romano de 898 sobre lo sucedido en el Sínodo del Terror. Esteban VI acusó a los restos de Formoso, que estaban demasiado ocupados pudriéndose como para contestar a las preguntas del tribunal, de haberse dejado elegir obispo de Roma cuando ya era en ese momento la cabeza de otra diócesis (la de Porto), lo cual era paradójicamente lo mismo que había hecho el propio Pontífice siendo obispo de Anagni. Aparentando legalidad, fue nombrado un diácono como abogado de oficio para que hablase en nombre del difunto, mientras el Papa Esteban VI presidió el concilio desde su silla. 
A la acusación de haber cambiado su sede episcopal de Porto por la sede de Roma (lo cual era una contravención del Derecho Canónico), el tribunal sumó también el pecado de perjuro y tener una ambición desmedida, frente a lo cual el diácono defensor apenas respondió más que monosílabos, temiendo más la furia de los vivos que la de los muertos. La sentencia resultante de aquella comedia negra fue proclamar que Formoso, indigno servidor de la Iglesia, había llegado a la silla papal de forma irregular y que por lo tanto era un Papa ilegítimo. Había que destruir todo lo escrito y dictado por él, revocar sus decretos y borrarle de la Historia como si no hubiese existido jamás. Esteban VI exigió además a los eclesiásticos ordenados por Formoso su renuncia por escrito.
Tras la sentencia, la momia fue despojada de todas sus vestiduras y símbolos de su jefatura eclesiástica de forma violenta. Se le cortaron los tres dedos con que había impartido tantas bendiciones y un grupo de soldados cogió el cadáver para arrojarlo a una fosa maldita en la que yacían los cuerpos de varios condenados a muerte. Sin cansarse aún de castigar al indiferente cadáver, los soldados sacaron los restos de Formoso nuevamente de la fosa y los arrojaron al río Tíber.
En el año 897, sin embargo, una parte del pueblo romano, partidaria de Formoso, quiso vengar la injusticia y entró violentamente en el Vaticano para prender a Esteban VI. Como hiciera él con Formoso, Esteban fue desnudado y arrojado por la turba a una prisión subterránea, donde poco después fue estrangulado. En aquellos días, ese mismo pueblo, agresivo y violento, llevó a la silla papal al Cardenal de San Pedro in Vincoli, de nombre Romano, que a los cuatro meses falleció también a causa de una muerte violenta. Y precisamente ese era el mismo destino que aguardaba a su sucesor, Teodoro II, quien fue asesinado tres semanas después de ser elegido Papa. Teodoro, en cualquier caso, tuvo tiempo de convocar rápidamente un Sínodo en el curso del cual devolvió sus derechos a los eclesiásticos ordenados por Formoso y borró cualquier rastro del demencial proceso judicial de Esteban VI.
La memoria de Formoso había sido restituida, pero aún tardó un poco más el cadáver en encontrar la paz. Entre el mito y la realidad, se dice que una crecida del Tíber arrastró el cadáver de Formoso cerca de una orilla, siendo encontrado por un humilde y piadoso ermitaño que lo recogió dándole cristiana sepultura. El Papa Teodoro II organizó durante su breve papado una procesión para ir en busca del ahora venerado cuerpo, que fue nuevamente desenterrado y colocado entre las tumbas vaticanas de los Papas."

viernes, octubre 30, 2015

Los Viernes : vernisage.












jueves, octubre 29, 2015

29.










martes, octubre 27, 2015

Agnes.

" una obra de arte está lograda cuando está presente un indicio de perfección: al mínimo indicio , la obra está viva.
La vida de la obra depende del observador, según su propia conciencia de la perfección e inspiración.
La responsabilidad de la respuesta al arte no atañe al artista.
Sentirse confiado y triunfante no es lo natural en el artista. Sentirse insuficiente, experimentar el desencanto y la derrota esperando la inspiración es el estado de ánimo natural del artista. Por eso el elogio, para la mayoría de artistas, es un poco incømodo. No pueden reconocer la inspiración como  suya , porque podemos ver perfectamente , pero no podemos hacer perfectamente. "

Agnes Martin .

lunes, octubre 26, 2015


26.











domingo, octubre 25, 2015

X.








sábado, octubre 24, 2015

Cambio de hora.











Queens.