Recuerdo el campo en casa de mi abuelo en primavera. Otra patria perdida. Recuerdo un cielo azul azul azul infinito azul. Recuerdo luz por todas partes.
Aquel campo de mi infancia era todavía antiguo. No había luz eléctrica. En casa nos iluminábamos con quinqués y en la cocina con carburos de galena. En casa de la mujer del mayoral lo hacían, además, con lamparillas de aceite. Camino del pueblo cruzábamos un posío con toros de lidia y caballos. El pueblo aún parecía un pueblo del sur de Extremadura, antes de que lo que llaman globalidad convirtiera a todos los lugares en uno solo o en uno muy parecido a cualquier otro. El campo tenía humores , presencias y mucha vida animal, de día unos y de noche otros. Patria perdida convertida en sueño y recuerdo.
2 comentarios:
Recuerdo el campo en casa de mi abuelo en primavera. Otra patria perdida. Recuerdo un cielo azul azul azul infinito azul. Recuerdo luz por todas partes.
Aquel campo de mi infancia era todavía antiguo. No había luz eléctrica. En casa nos iluminábamos con quinqués y en la cocina con carburos de galena. En casa de la mujer del mayoral lo hacían, además, con lamparillas de aceite.
Camino del pueblo cruzábamos un posío con toros de lidia y caballos. El pueblo aún parecía un pueblo del sur de Extremadura, antes de que lo que llaman globalidad convirtiera a todos los lugares en uno solo o en uno muy parecido a cualquier otro. El campo tenía humores , presencias y mucha vida animal, de día unos y de noche otros. Patria perdida convertida en sueño y recuerdo.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio