Durante las noches de fiebre , sudor e intranquilidad , te asaltan pensamientos de una extraña lucidez sobre la vida y la muerte. También recuerdos muy antiguos.
Hoy , me encuentro mejor, me acerqué hasta Espasa para mirar libros. Un homenaje al enfermo. Ví un libro de pinturas de Barceló. Sigue pintando guarro. El diseñador del libro, no sé si el ha participado o no en eso, acumula las imagenes una pegada a otra en dobles páginas. Un disparate de diseño. Es esa idea errónea de que las obras se apoyan unas en otras. Una calamidad de desconocimiento, que es en donde estamos. Un libro sobre las pinturas negras de Goya. Demasiado pesado para cargarlo andando de vuelta a casa. Las pinturas negras son esotéricas, misteriosas, mágicas y exentas de la cursilería de la época. De cualquier modo no era el libro para mi vuelta a la vida. Libros de música. Varios de Auserón , que está hecho un catedrático en sones hispanos y sonidos panamericanos. Tampoco sé para qué. Y de pronto ví un libro de Bruegel. Varios hombres, probablemnte cazadores, atravesando un poblado en medio de un paisaje invernal . Les siguen una jauría de perros… podencos , perros conejeros y algún galgo. En los árboles nevados un cuervo aquí y otro allí sobre las ramas desnudas. Otros hombres azuzan una fogata al pie de una casa. No sé si hornean algo o tan solo avivan el fuego para calentarse. El cielo es oscuro y en la lejanía se alza una iglesia de lo que parece un poblado cercano. He estado un rato mirando, fuera del tiempo y de la librería y he pensado , éste va a ser. Y aquí lo tengo conmigo.
2 comentarios:
Durante las noches de fiebre , sudor e intranquilidad , te asaltan pensamientos de una extraña lucidez sobre la vida y la muerte. También recuerdos muy antiguos.
Hoy , me encuentro mejor, me acerqué hasta Espasa para mirar libros. Un homenaje al enfermo. Ví un libro de pinturas de Barceló. Sigue pintando guarro. El diseñador del libro, no sé si el ha participado o no en eso, acumula las imagenes una pegada a otra en dobles páginas. Un disparate de diseño. Es esa idea errónea de que las obras se apoyan unas en otras. Una calamidad de desconocimiento, que es en donde estamos. Un libro sobre las pinturas negras de Goya. Demasiado pesado para cargarlo andando de vuelta a casa. Las pinturas negras son esotéricas, misteriosas, mágicas y exentas de la cursilería de la época. De cualquier modo no era el libro para mi vuelta a la vida.
Libros de música. Varios de Auserón , que está hecho un catedrático en sones hispanos y sonidos panamericanos. Tampoco sé para qué. Y de pronto ví un libro de Bruegel. Varios hombres, probablemnte cazadores, atravesando un poblado en medio de un paisaje invernal . Les siguen una jauría de perros… podencos , perros conejeros y algún galgo. En los árboles nevados un cuervo aquí y otro allí sobre las ramas desnudas. Otros hombres azuzan una fogata al pie de una casa. No sé si hornean algo o tan solo avivan el fuego para calentarse. El cielo es oscuro y en la lejanía se alza una iglesia de lo que parece un poblado cercano. He estado un rato mirando, fuera del tiempo y de la librería y he pensado , éste va a ser. Y aquí lo tengo conmigo.
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