La cultura es un tesoro. El conocimiento de las cosas hace que cada toma de decisión que hace una persona , sea como mínimo prudente, porque el que sabe conoce también todo lo que ignora. En España solemos decir que “no hay nada más atrevido que la ignorancia”. El saber es algo que tiene que crecer en todas direcciones y en cualquier campo de las ciencias todas , las letras y artes todas y todos los oficios posibles. Todo conocimiento de cualquier materia es útil y todos nos desvelan así su propio misterio ante nuestra ignorancia. Nuestros estudios primarios y después lo que se llamaba bachillerato , fatalmente entendido y enseñado por la inmensa mayoría de nuestros profesores, tenía su razón de ser y su origen en el humanismo. Se trataba de crear un armazón, que luego cada uno llenara con sus propias experiencias intelectuales y de vida. Sabemos , y lo sufrímos, en lo que quedó esa posibilidad en el colegio. Aún así, aprendí, entre otras cosas, las cuatro reglas aritméticas y a leer. Poder leer, es poder conocer más. Un amigo mío, mucho mayor que yo, había recorrido el mundo sobre un mapa mundi y ayudado de libros. Viajaba, por ejemplo, con el dedo sobre el mapa, hacia el Este , más allá de su querida Grecia de Homero y Socrates y se detenía sobre Ankara, cruce turco de la antigua ruta de la seda , y se procuraba algún libro que le contara cosas de aquel lugar. Sabía un poco de muchas cosas. La lectura nos da siempre posibilidades hacia el mundo exterior y también hacia nuestro propio mundo interior, porque nos permite vernos con otros ojos. A mi amigo le faltaba la experiencia de la vida . Lo que la realidad física nos entrega a través de los cinco sentidos , que nos proporcionan continua información.
Desde mi estudio, que no deja de ser una habitación cerrada en medio de esta ciudad , la prinavera se percibe en la luz , los días son más largos, también en la temperatura, en las cuatro plantas de la ventana y poco más. Puedo conocer lo mucho que se ha escrito sobre la primavera, lo que se ha pintado o la música que la toma como referencia o viajar en el ordenador a tal o cual sitio y ver como son allí las cosas en este momento. Puedo tener una idea intelectual más o menos bien formada sobre la primavera, y eso está bien. Sin embargo lo que te deja una huella imborrable dentro de tí , es haberla vivído en la naturaleza . Recuerdo en mi infancia , las primaveras en el campo. No he vuelto a ver un azul tan intenso como el de aquel cielo bajo el que pasaba los días de aventura en aventura. Bajando al regacho a cazar ranas , o encaramado en uno de los viejos almendros del cortijo viejo o caminando por el posío hasta el pinar del tio Felix … por eso, por haberla vivído, echo de menos la primavera .
Hubo un período , cuando anbandoné la ilustración gráfica , en el que todo fué obra en papel. Trabajaba, con poco dinero, sobre formatos muy modestos. Utilizaba, tinta, collage, pasteles de óleo, acuarelas…Es una obra en pequeño formato , pero aunque estoy muy lejano , me parece que tiene mucho que ver con lo que soy como artista. Es honesta y personal. Luego comenzé poco a poco una vuelta a la pintura, y todo ese trabajo en papel se fué quedando como una actividad esporádica. Hacer orden me ha traído muchos recuerdos de otros tiempos. Más o menos desde 1984 a 1990 ese trabajo en papel era la mayor parte de lo que hacía , aunque hacia el 87 ya empezaba a intercalarlo con cuadros. Empezé por vivir un año en Nueva Zelanda hasta instalarme en este estudio. La ilustración profesional quedaba definitivamente atrás. También el buen dinero que ganaba con eso. Era una elección y no la hice reflexivamente sino con la intención de hacer lo que necesitaba hacer como artista. Todo se sacrificó por eso. Podría haber continuado suendo ilustrador y diseñador gráfico , en cualquier entorno que me ofreciera calidad y libertad. En Londres tenía ambas cosas pero no podía trabajar sin pertenecer a la comunidad económica europea. España estaba en el proceso de pertenecer a la CE , pero aún estaba fuera.
Canarias ha estado muy presente en mi trabajo. Barcos, peces, el mar, volcanes, palmeras … durante años iba en navidad y parte del verano. Luego me fuí a vivir un año a Las Palmas, y estuve impartiendo unos cursos de ilustración editorial y grafísmo. Una experiencia humanamente fantástica. Ahora al ordenar y guardar toda esa obra , he recordado aquella época. La vida es corta. Mucho más de lo que me decían mis padres, que siempre me recordaban su brevedad. Marilyn Monroe tendría ahora noventa y seis años, john Lennon ochenta , como Bob Dylan y setenta y ocho tiene Jagger . Quedan dos Beatles vivos y han muerto dos de los Rolling Stones , aunque otro más hace tiempo que riega las macetas en su casa de Richmond. El tiempo pasa a toda velocidad. El mundo de mi juventud no existe ya. Muchos amigos y gente querida se han marchado para siempre. Soy un viejo en un mundo que me es cada día más extraño.
4 comentarios:
La cultura es un tesoro. El conocimiento de las cosas hace que cada toma de decisión que hace una persona , sea como mínimo prudente, porque el que sabe conoce también todo lo que ignora. En España solemos decir que “no hay nada más atrevido que la ignorancia”. El saber es algo que tiene que crecer en todas direcciones y en cualquier campo de las ciencias todas , las letras y artes todas y todos los oficios posibles. Todo conocimiento de cualquier materia es útil y todos nos desvelan así su propio misterio ante nuestra ignorancia.
Nuestros estudios primarios y después lo que se llamaba bachillerato , fatalmente entendido y enseñado por la inmensa mayoría de nuestros profesores, tenía su razón de ser y su origen en el humanismo. Se trataba de crear un armazón, que luego cada uno llenara con sus propias experiencias intelectuales y de vida. Sabemos , y lo sufrímos, en lo que quedó esa posibilidad en el colegio. Aún así, aprendí, entre otras cosas, las cuatro reglas aritméticas y a leer. Poder leer, es poder conocer más.
Un amigo mío, mucho mayor que yo, había recorrido el mundo sobre un mapa mundi y ayudado de libros. Viajaba, por ejemplo, con el dedo sobre el mapa, hacia el Este , más allá de su querida Grecia de Homero y Socrates y se detenía sobre Ankara, cruce turco de la antigua ruta de la seda , y se procuraba algún libro que le contara cosas de aquel lugar. Sabía un poco de muchas cosas. La lectura nos da siempre posibilidades hacia el mundo exterior y también hacia nuestro propio mundo interior, porque nos permite vernos con otros ojos. A mi amigo le faltaba la experiencia de la vida . Lo que la realidad física nos entrega a través de los cinco sentidos , que nos proporcionan continua información.
Desde mi estudio, que no deja de ser una habitación cerrada en medio de esta ciudad , la prinavera se percibe en la luz , los días son más largos, también en la temperatura, en las cuatro plantas de la ventana y poco más. Puedo conocer lo mucho que se ha escrito sobre la primavera, lo que se ha pintado o la música que la toma como referencia o viajar en el ordenador a tal o cual sitio y ver como son allí las cosas en este momento. Puedo tener una idea intelectual más o menos bien formada sobre la primavera, y eso está bien. Sin embargo lo que te deja una huella imborrable dentro de tí , es haberla vivído en la naturaleza . Recuerdo en mi infancia , las primaveras en el campo. No he vuelto a ver un azul tan intenso como el de aquel cielo bajo el que pasaba los días de aventura en aventura. Bajando al regacho a cazar ranas , o encaramado en uno de los viejos almendros del cortijo viejo o caminando por el posío hasta el pinar del tio Felix … por eso, por haberla vivído, echo de menos la primavera .
Hubo un período , cuando anbandoné la ilustración gráfica , en el que todo fué obra en papel. Trabajaba, con poco dinero, sobre formatos muy modestos. Utilizaba, tinta, collage, pasteles de óleo, acuarelas…Es una obra en pequeño formato , pero aunque estoy muy lejano , me parece que tiene mucho que ver con lo que soy como artista. Es honesta y personal. Luego comenzé poco a poco una vuelta a la pintura, y todo ese trabajo en papel se fué quedando como una actividad esporádica.
Hacer orden me ha traído muchos recuerdos de otros tiempos. Más o menos desde 1984 a 1990 ese trabajo en papel era la mayor parte de lo que hacía , aunque hacia el 87 ya empezaba a intercalarlo con cuadros.
Empezé por vivir un año en Nueva Zelanda hasta instalarme en este estudio. La ilustración profesional quedaba definitivamente atrás. También el buen dinero que ganaba con eso. Era una elección y no la hice reflexivamente sino con la intención de hacer lo que necesitaba hacer como artista. Todo se sacrificó por eso. Podría haber continuado suendo ilustrador y diseñador gráfico , en cualquier entorno que me ofreciera calidad y libertad. En Londres tenía ambas cosas pero no podía trabajar sin pertenecer a la comunidad económica europea. España estaba en el proceso de pertenecer a la CE , pero aún estaba fuera.
Canarias ha estado muy presente en mi trabajo. Barcos, peces, el mar, volcanes, palmeras … durante años iba en navidad y parte del verano. Luego me fuí a vivir un año a Las Palmas, y estuve impartiendo unos cursos de ilustración editorial y grafísmo. Una experiencia humanamente fantástica. Ahora al ordenar y guardar toda esa obra , he recordado aquella época.
La vida es corta. Mucho más de lo que me decían mis padres, que siempre me recordaban su brevedad. Marilyn Monroe tendría ahora noventa y seis años, john Lennon ochenta , como Bob Dylan y setenta y ocho tiene Jagger . Quedan dos Beatles vivos y han muerto dos de los Rolling Stones , aunque otro más hace tiempo que riega las macetas en su casa de Richmond. El tiempo pasa a toda velocidad. El mundo de mi juventud no existe ya. Muchos amigos y gente querida se han marchado para siempre. Soy un viejo en un mundo que me es cada día más extraño.
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