La modernidad, tuvo su momento y ya no estamos en el. Nuestro tiempo no es moderno. Es otra cosa y está en descomposición. Dylan contesta que es un mundo obsoleto. Yo empecé a percibir el "mundo moderno" cuando era niño. En la agencia de viajes de mi barrio los anuncios dejaron de tener aviones de hélice y pasaron a tener aquellos primeros Caravelle a reacción. En algún momento sonaba Elvis o Paul Anka o incluso Everly Brothers o The Brothers Four en la radio, entre la saturación de música popular folklórica española. Había algo en la atmósfera. Aparecieron nuevos electrodomésticos y Camisas de Tervilor que no necesitaban plancha, chicle americano, la Coca Cola... y se veía un cambio en todo. Aquí vivíamos una situación para pocas bromas y pocas alegrías, pero aun así, había algo en el aire que yo percibía como la modernidad.
En todo lo de hoy hay un “dejà vu”. Ponemos pies de página , pero poco más y la tecnología , esa esperanza para algunos gurús, no nos ha traído grandes novedades. Es más, en mi opinión es un fraude, o mejor dicho una gran estafa. La gente piensa que está comunicada gracias a los móviles, pero , por ejemplo ,creo que ha crecído la soledad. La televisión ocupa un lugar central en las vidas de millones de personas. Mueve montañas de dinero con el propósito de la distracción y también , en las cadenas públicas o de empresas de comunicación afines al poder, el control del pensamiento. Yo definiría a nuestra sociedad como trivial.
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La modernidad, tuvo su momento y ya no estamos en el. Nuestro tiempo no es moderno. Es otra cosa y está en descomposición. Dylan contesta que es un mundo obsoleto. Yo empecé a percibir el "mundo moderno" cuando era niño. En la agencia de viajes de mi barrio los anuncios dejaron de tener aviones de hélice y pasaron a tener aquellos primeros Caravelle a reacción. En algún momento sonaba Elvis o Paul Anka o incluso Everly Brothers o The Brothers Four en la radio, entre la saturación de música popular folklórica española. Había algo en la atmósfera. Aparecieron nuevos electrodomésticos y Camisas de Tervilor que no necesitaban plancha, chicle americano, la Coca Cola... y se veía un cambio en todo. Aquí vivíamos una situación para pocas bromas y pocas alegrías, pero aun así, había algo en el aire que yo percibía como la modernidad.
En todo lo de hoy hay un “dejà vu”. Ponemos pies de página , pero poco más y la tecnología , esa esperanza para algunos gurús, no nos ha traído grandes novedades. Es más, en mi opinión es un fraude, o mejor dicho una gran estafa. La gente piensa que está comunicada gracias a los móviles, pero , por ejemplo ,creo que ha crecído la soledad. La televisión ocupa un lugar central en las vidas de millones de personas. Mueve montañas de dinero con el propósito de la distracción y también , en las cadenas públicas o de empresas de comunicación afines al poder, el control del pensamiento. Yo definiría a nuestra sociedad como trivial.
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