“Vicente Barrera, presidente del Consorci ,como conseller, de Cultura, convoca una reunión para el próximo 21 de noviembre en la que se aprobará la “extinción de contrato y cese” de Pérez Pont, que ha convertido el Centre del Carme en un referente cultural, con cientos de miles de visitantes cada año” Hombre! Si somos justos y más exactos, vació de visitantes el Centro del Carme de cultura contemporánea. Esa es la pura verdad. Ese concepto de arte contemporáneo no interesa a nadie y han vaciado los centros de arte. Es la pura verdad. Cuando llega un nuevo gobierno, como es el caso en Valencia, lo normal es que haya un cambio en todos esos puestos de dirección,, entre otras cosas porque no son cargos profesionales ganados por oposición, sino cargos otorgados a dedo. El político tiene que intervenir en todo, por supuesto. De manera que el señor Perez Pont, tendrá que buscar trabajo en alguno de los cientos de estamentos culturales en manos de los amigos, aunque ya no tantos. Su cargo era prestado y temporal y su sueldo lo pagaban todos los valencianos, los mismos que largaron al anterior gobierno. Es lo que hay.
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“Vicente Barrera, presidente del Consorci ,como conseller, de Cultura, convoca una reunión para el próximo 21 de noviembre en la que se aprobará la “extinción de contrato y cese” de Pérez Pont, que ha convertido el Centre del Carme en un referente cultural, con cientos de miles de visitantes cada año”
Hombre! Si somos justos y más exactos, vació de visitantes el Centro del Carme de cultura contemporánea. Esa es la pura verdad. Ese concepto de arte contemporáneo no interesa a nadie y han vaciado los centros de arte. Es la pura verdad. Cuando llega un nuevo gobierno, como es el caso en Valencia, lo normal es que haya un cambio en todos esos puestos de dirección,, entre otras cosas porque no son cargos profesionales ganados por oposición, sino cargos otorgados a dedo. El político tiene que intervenir en todo, por supuesto. De manera que el señor Perez Pont, tendrá que buscar trabajo en alguno de los cientos de estamentos culturales en manos de los amigos, aunque ya no tantos. Su cargo era prestado y temporal y su sueldo lo pagaban todos los valencianos, los mismos que largaron al anterior gobierno. Es lo que hay.
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