Éste gobierno es generoso con lo ajeno. Suele ser propio del llamado progresismo. Durante la pandemia, se creó, la ley anti desahucio de la que se dijo que su duración sería solo temporal y que por supuesto a día de hoy continúa vigente. Ésta ley ayudaría a los inquilinos a poder seguir en sus pisos de alquiler bajo el amparo de la ley , aún sin pagar las mensualidades correspondientes. La ley impíde que se les pueda echar a la calle. A día de hoy son numerosos los alquileres ocupa , que amparados en ésta ley viven gratis , con el perjuicio que supone para los propietarios. La propiedad privada debería ser sagrada en cualquier estado de derecho. Después de cuatro años , la ley sigue en pie y nada se puede hacer legalmente contra el inquilino jeta que vive gratis en una propiedad de otro. Por supuesto el propietsrio tiene que hacer frente al IBI anual, contribución, tasa de basuras y los diferentes gastos y derramas de la comunidad que se deriven en cada caso. Es la generosidad entendida de aquella manera por nuestro lamentable gobierno progresista. Un perjuicio, que en algunos casos está resultando ser muy grave para algunas familias., que no solo no obtienen el beneficio legítimo por su propiedad, sino que tienen que hacer frente a unos gastos insostenibles.
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Éste gobierno es generoso con lo ajeno. Suele ser propio del llamado progresismo. Durante la pandemia, se creó, la ley anti desahucio de la que se dijo que su duración sería solo temporal y que por supuesto a día de hoy continúa vigente. Ésta ley ayudaría a los inquilinos a poder seguir en sus pisos de alquiler bajo el amparo de la ley , aún sin pagar las mensualidades correspondientes. La ley impíde que se les pueda echar a la calle. A día de hoy son numerosos los alquileres ocupa , que amparados en ésta ley viven gratis , con el perjuicio que supone para los propietarios. La propiedad privada debería ser sagrada en cualquier estado de derecho. Después de cuatro años , la ley sigue en pie y nada se puede hacer legalmente contra el inquilino jeta que vive gratis en una propiedad de otro. Por supuesto el propietsrio tiene que hacer frente al IBI anual, contribución, tasa de basuras y los diferentes gastos y derramas de la comunidad que se deriven en cada caso. Es la generosidad entendida de aquella manera por nuestro lamentable gobierno progresista. Un perjuicio, que en algunos casos está resultando ser muy grave para algunas familias., que no solo no obtienen el beneficio legítimo por su propiedad, sino que tienen que hacer frente a unos gastos insostenibles.
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