He seguido mucho a Hockney. Me gusta su obra y me encantan sus libros. Es un artista de una colosal cultura pictórica. Es un verdadero amante apasionado de la pintura. Sus opiniones me parecen interesantes siempre aunque no comparta algunas. Como buen británico tiene un rencor tácito hacia España, lo tiene ya, genéticamente, tan profundamente inscrito en su personalidad, que ni se da cuenta y simplemente no puede valorar la grandeza de la pintura española. No la entiende. Salvo el caso de Picasso, su maestro de cabecera, al que yo creo que no termina de considerar español. Es un pintor que se ha ido poco a poco afianzando en una especie de naturalismo. Pinta lo que ve. Todo lo que ve. Ahora en su casa de la Normandie , pinta las estaciones. Lo hace del natural. Lo hace rápido y sobre una considerable cantidad de cuadros en cada estación. No para. Y ese es justo el problema para mí. Siempre que me he acercado a la naturaleza he visto un “dibujo” de una extraordinaria musicalidad. Una manzana, por ejemplo, tiene una plenitud magnífica en su forma y dibujarla o pintarla, va contra cualquier prisa. Es mi opinión. Hockney es bastante tosco pintando. Es mucho mejor dibujante. Siempre, últimamente más, me parece que elige un pincel más grueso del que debería y más cargado de pintura de lo que sería conveniente. Lo dice un pintor “ inexistente” de manera que nada importa. Sus libros son, además de cultos, muy amenos. Desprenden amor por la pintura y un gran conocimiento de la historia . Sus teorías y sus experimentos son apasionantes. Se ha convertido en uno de los más grandes maestros vivos y de paso en el pintor más caro del mundo.
1 comentarios:
He seguido mucho a Hockney. Me gusta su obra y me encantan sus libros. Es un artista de una colosal cultura pictórica. Es un verdadero amante apasionado de la pintura. Sus opiniones me parecen interesantes siempre aunque no comparta algunas. Como buen británico tiene un rencor tácito hacia España, lo tiene ya, genéticamente, tan profundamente inscrito en su personalidad, que ni se da cuenta y simplemente no puede valorar la grandeza de la pintura española. No la entiende. Salvo el caso de Picasso, su maestro de cabecera, al que yo creo que no termina de considerar español. Es un pintor que se ha ido poco a poco afianzando en una especie de naturalismo. Pinta lo que ve. Todo lo que ve. Ahora en su casa de la Normandie , pinta las estaciones. Lo hace del natural. Lo hace rápido y sobre una considerable cantidad de cuadros en cada estación. No para. Y ese es justo el problema para mí. Siempre que me he acercado a la naturaleza he visto un “dibujo” de una extraordinaria musicalidad. Una manzana, por ejemplo, tiene una plenitud magnífica en su forma y dibujarla o pintarla, va contra cualquier prisa. Es mi opinión. Hockney es bastante tosco pintando. Es mucho mejor dibujante. Siempre, últimamente más, me parece que elige un pincel más grueso del que debería y más cargado de pintura de lo que sería conveniente. Lo dice un pintor “ inexistente” de manera que nada importa.
Sus libros son, además de cultos, muy amenos. Desprenden amor por la pintura y un gran conocimiento de la historia . Sus teorías y sus experimentos son apasionantes. Se ha convertido en uno de los más grandes maestros vivos y de paso en el pintor más caro del mundo.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio