"Errejón abandona la política entre sospechas de violencia machista Sumar abre una investigación sobre las acusaciones anónimas vertidas en redes hacia su ya exportavoz en el Congreso El que fuera portavoz de Podemos admite llevar años viviendo como un «neoliberal» mientras era el portavoz de una formación que «quiere cambiar el mundo»"
"Zapatero negocia con Puigdemont en Suiza por orden de Sánchez Fuentes de Junts sitúan al expresidente en la cita con Cerdán de hace un mes, dicen que «la relación es fluida» y que también se vieron antes de la amnistía"
"La aciaga mordedura de la araña violinista, la más venenosa de las que viven en España: “No podía ni conducir del dolor” Nuria Hernández, enfermera en el centro de salud de Vera (Almería), quiso coger una aguja hipodérmica de una caja recién sacada del almacén cuando sintió una ligera molestia. “Fue tan poca cosa que en el momento ni me paré a pensar en ello”, recuerda. Un par de horas más tarde, sin embargo, el dedo índice de la mano derecha empezó a dolerle de forma cada vez más intensa. “Al final no podía ni trabajar. Tuve que irme a casa y, por el camino, lloraba en el coche. No podía ni conducir del dolor”, rememora esta profesional sanitaria que hoy tiene 48 años"
4 comentarios:
"Errejón abandona la política entre sospechas de violencia machista
Sumar abre una investigación sobre las acusaciones anónimas vertidas en redes hacia su ya exportavoz en el Congreso
El que fuera portavoz de Podemos admite llevar años viviendo como un «neoliberal» mientras era el portavoz de una formación que «quiere cambiar el mundo»"
"Zapatero negocia con Puigdemont en Suiza por orden de Sánchez
Fuentes de Junts sitúan al expresidente en la cita con Cerdán de hace un mes, dicen que «la relación es fluida» y que también se vieron antes de la amnistía"
"Marlaska asegura que nunca sospechó que Ábalos “pudiera estar en ningún negocio turbio”"
jajajajajajajaja
"La aciaga mordedura de la araña violinista, la más venenosa de las que viven en España: “No podía ni conducir del dolor”
Nuria Hernández, enfermera en el centro de salud de Vera (Almería), quiso coger una aguja hipodérmica de una caja recién sacada del almacén cuando sintió una ligera molestia. “Fue tan poca cosa que en el momento ni me paré a pensar en ello”, recuerda. Un par de horas más tarde, sin embargo, el dedo índice de la mano derecha empezó a dolerle de forma cada vez más intensa. “Al final no podía ni trabajar. Tuve que irme a casa y, por el camino, lloraba en el coche. No podía ni conducir del dolor”, rememora esta profesional sanitaria que hoy tiene 48 años"
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