Los paisajes de la infancia no se olvidan . Si cierro los ojos puedo ver el Toloño , sobre el valle del Ebro. Puedo ver los perfiles de los dos montes que se ven desde el cortijo en dirección hacia Mérida. Probablemente nunca los vuelva a ver. Permanecen conmigo en la memoria. Ayer estaba recordando la última vez que estuve en Bonabal, el querido Bobabal! , y debió ser hace unos quince años y ya entonces hacía otros quince que no iba por allí. De pronto dejó de estar en mi vida.
3 comentarios:
Óleo sobre tela. Colección privada.
Los paisajes de la infancia no se olvidan . Si cierro los ojos puedo ver el Toloño , sobre el valle del Ebro. Puedo ver los perfiles de los dos montes que se ven desde el cortijo en dirección hacia Mérida. Probablemente nunca los vuelva a ver. Permanecen conmigo en la memoria.
Ayer estaba recordando la última vez que estuve en Bonabal, el querido Bobabal! , y debió ser hace unos quince años y ya entonces hacía otros quince que no iba por allí. De pronto dejó de estar en mi vida.
Tanto de Ollauri como de Bonabal recuerdo muchas cosas.
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