Nuestra planchadora feliz , es voraz desayunadora también. Sesenta y cinco mil euros de bollería variada y cafelitos, en dos meses a nuestra costa. Carece de la más mínima vergüenza. Menos mal que va camino de la debacle total. Pinocho la convirtió en vicepresidenta y estrella de los noticieros que nanejan desde Moncloa.
Nuestra planchadora feliz , es voraz desayunadora también. Sesenta y cinco mil euros de bollería variada y cafelitos, en dos meses a nuestra costa. Carece de la más mínima vergüenza. Menos mal que va camino de la debacle total. Pinocho la convirtió en vicepresidenta y estrella de los noticieros que nanejan desde Moncloa.
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