La primera vez que estuve en este sitio de La Alcarria de Cuenca era verano y me pareció vulgar. Estuve varias veces durante el siguiente invierno, con un frio estepario terrible. Este otoño pasado iba hacia allí a la caida de la tarde y vi uno de los momentos del paisage más magicos que he visto en mi vida. El campo estaba de pronto naranja y oro y las montañas del fondo parecían de marfil y surgió un arco iris completo de lado a lado del valle. Cada vez que voy procuro caminar y mirar y me va interesando cada vez más. Este fin de semana hice varias fotos de la zona del valle que mas me interesa. Aquí he subido dos de ellas al blog.
Las fotos son magníficas. Me han recordado paisajes de Valerià Pinell, un pintor catalán que vivió en Inca muchos años y a cuya tienda de regalos-estudio-galería me llevó mi padre a veces y a la que yo iba cuando me atrevía (tendría seis o siete años), con cualquier excusa, porque todo allí dentro me parecía mágico. Repito: magníficas fotos. Si pudiera me compraría un buen ordenador y aprendería a "saturar", como decís Silvia y tú.
No están saturadas. Son muy parecidas a lo que estaba viendo . El lugar tiene una luz especial. Cerca de allí están las ruinas de una ciudad Romana llamada Segobriga. Tuvo unos diez mil habitantes , y era rica gracias a sus minas de "lapis especularis", una cristalización mineral de la que fabricaban los cristales para las ventanas de las casas. El valle al que me refiero, el de las fotos, era considerado un lugar sagrado por los romanos. Luego lo fue para las tribus visigodas que lo habitaron, y probablemente lo fue en época anterior por las primitivas tribus íberas.
Hice algunas más. Lo que te parecía mar es un campo de cebada cervecera en sombra. El valle cambiará su aspecto dentro de unas semanas cuando estén maduros los girasoles.
La sierra, que no es alta, se llama Altomira, un nombre que me gusta. Es una serranía muy agreste que estuvo cubierta por agua hace millones de años. No es difícil encontrar conchas entre los pedruscos del suelo. No es lo que me interesa de este lugar o al menos para mi sensibilidad no me parece una cuerda de sierra especial. Ni tampoco es todo el valle lo que me ha llamado la atención. Es una zona en particular la que me interesa, orientada al levante. En primavera estuve caminando en la parte baja de la sierra. Estaba entonces llena de flores. Cogí un ramo de lirios silvestres.
6 comentarios:
La primera vez que estuve en este sitio de La Alcarria de Cuenca era verano y me pareció vulgar. Estuve varias veces durante el siguiente invierno, con un frio estepario terrible. Este otoño pasado iba hacia allí a la caida de la tarde y vi uno de los momentos del paisage más magicos que he visto en mi vida. El campo estaba de pronto naranja y oro y las montañas del fondo parecían de marfil y surgió un arco iris completo de lado a lado del valle. Cada vez que voy procuro caminar y mirar y me va interesando cada vez más. Este fin de semana hice varias fotos de la zona del valle que mas me interesa. Aquí he subido dos de ellas al blog.
Las fotos son magníficas. Me han recordado paisajes de Valerià Pinell, un pintor catalán que vivió en Inca muchos años y a cuya tienda de regalos-estudio-galería me llevó mi padre a veces y a la que yo iba cuando me atrevía (tendría seis o siete años), con cualquier excusa, porque todo allí dentro me parecía mágico. Repito: magníficas fotos. Si pudiera me compraría un buen ordenador y aprendería a "saturar", como decís Silvia y tú.
No están saturadas. Son muy parecidas a lo que estaba viendo . El lugar tiene una luz especial. Cerca de allí están las ruinas de una ciudad Romana llamada Segobriga. Tuvo unos diez mil habitantes , y era rica gracias a sus minas de "lapis especularis", una cristalización mineral de la que fabricaban los cristales para las ventanas de las casas. El valle al que me refiero, el de las fotos, era considerado un lugar sagrado por los romanos. Luego lo fue para las tribus visigodas que lo habitaron, y probablemente lo fue en época anterior por las primitivas tribus íberas.
son preciosas, he pensado que era el mar al principio.
Hice algunas más. Lo que te parecía mar es un campo de cebada cervecera en sombra. El valle cambiará su aspecto dentro de unas semanas cuando estén maduros los girasoles.
La sierra, que no es alta, se llama Altomira, un nombre que me gusta. Es una serranía muy agreste que estuvo cubierta por agua hace millones de años. No es difícil encontrar conchas entre los pedruscos del suelo. No es lo que me interesa de este lugar o al menos para mi sensibilidad no me parece una cuerda de sierra especial. Ni tampoco es todo el valle lo que me ha llamado la atención. Es una zona en particular la que me interesa, orientada al levante. En primavera estuve caminando en la parte baja de la sierra. Estaba entonces llena de flores. Cogí un ramo de lirios silvestres.
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