domingo, agosto 29, 2021

S.





3 comentarios:

Blogger charligreus ha dicho...

En Londres me compré unas auténticas botas de cow-boy. Resultaron ser bastante incómodas. Yo había usado durante años botos españoles. Aún conservo un par de botos cartujanos. La bota americana tenía tacón y recuerdo que sonaban mucho contra el suelo. Me hacían tres centímetros más alto así es que con ellas era Charli rompetechos , muy chulo pero muy incómodo.

4:07 p. m.  
Blogger charligreus ha dicho...

También los hippies calzábamos chucaboots de piel color ratón, con cordones de cuero y desde luego botas de basquet blancas y rojas. En Amsterdam me robaron las mías y menos mal que en el suelo dormía con los botos puestos , porque me hubieran dejado descalzo y sin dinero.
Aquel Amsterdam era el ocaso del momento freak. Húmedo, libre, oscuro , con Rembtandt en un polo y VanGogh en el otro . Tocaba en el parque y vivía en el suelo sobre una gran pieza de plástico que compartía con un chico de Argélia que viajaba conmigo desde el norte de Inglaterra y otro de Los Ángeles. El plastico era un freno a la humedad. Se unieron temporalmente dos ingleses de Manchester y recibíamos a menudo la visita de dos chicas de Paris que vivían en un barco. Con una de ellas llegué un tiempo después hasta la fertil región de Beaujolais cerca de Lyon. La cuestión era viajar todo el tiempo de un lado a otro y practicamente sin dinero así es que se vivía de trabajos temporales. Desde Amsterdam salía un autobús que te llevaba hasta Katmandú. La estación de origen estaba en Westbourne Park en Londres, la estación del Magic Bus. Allí partías de la Beat House, un lugar fantástico y mítico, pasabas a Amsterdam y comenzabas un viaje de el que muchos nunca volvieron. Katmandú estaba ya lleno de hippies colgados y enfermos. Ya para entonces era muy peligroso y habían tenído problemas por ejemplo atravesando Turquía . Tuvo su momento hacia el 68 y 69 , pero en el 73 resultaba muy incierto y todos lo comentaban, a pesar de que tenían abierta oficina y seguía habiendo gente dispuesta a la cruzada. Resultaba bastante económico y se contaban aventuras grandiosas de aquellos viajes. El Bus tenía botiquín y un médico a bordo . Salías puesto, viajabas puesto y una vez en India nunca bajabas de la nube. No era lo mío.

4:38 p. m.  
Blogger charligreus ha dicho...

Llegué a Amsterdam una mañana soleada de Septiembre. Venía desde Bury St Edmunds en Inglaterra. Embarqué en Colchester hasta Roterdam . El barco se llamaba Koningin Juliana y precisamente llegué el día del cumpleaños de la Reina Juliana que era fiesta nacional .Desde el puerto hasta Amsterdam fuí en autostop. Hacía un terrible calor húmedo. Lo primero que hacíamos todos era ir a una oficina de información para viajeros. Había una bajo el puente que divide Voldenpark. Por diez florines compré un plastico como de unos doce metros cuadrados para poner encima el saco. Evitaba la humedad del suelo. Eso era muy importante.

8:43 p. m.  

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