Hace unos días murió Justo Gallego , constructor él solo de una catedral, inacabada aún, en Mejorada del campo. Su heredero el padre Ángel, que es el párroco de una famosa iglesia de acogida en Madrid, pretende terminarla en unos dos años.la diócesis de Alcalá de henares , a la que pertenece Mejorada pretendía derribarla por no estar construida con arreglo y bajo la dirección de un arquitecto. Estos días he leído cosas muy exageradas, muy español esto, sobre D. Justo y su obra. Es innegable su meritorio esfuerzo , su tesón, la magnitud de su catedral. Art Brut. También murió Almudena Grandes, la escritora musa de la izquierda de los últimos años. y también he podido leer textos de homenaje de algunos de sus ilustres amigos. No es que su pensamiento estuviera muy lejos del mío, eso desde luego, es que su catadura moral, a juzgar por alguna de sus reflexiones, era de muy baja categoría. y pongo como ejemplo su comentario sobre las monjas violadas y asesinadas a mano de republicanos durante la guerra civil española. Almudena Grandes lo despachó diciendo que eso sería probablemente el único momento de placer de esas mujeres , así de contenta. Ya pueden ir subiéndola los trompeteros de siempre, lo están haciendo, a los altares de la cultura española.
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Hace unos días murió Justo Gallego , constructor él solo de una catedral, inacabada aún, en Mejorada del campo. Su heredero el padre Ángel, que es el párroco de una famosa iglesia de acogida en Madrid, pretende terminarla en unos dos años.la diócesis de Alcalá de henares , a la que pertenece Mejorada pretendía derribarla por no estar construida con arreglo y bajo la dirección de un arquitecto.
Estos días he leído cosas muy exageradas, muy español esto, sobre D. Justo y su obra. Es innegable su meritorio esfuerzo , su tesón, la magnitud de su catedral. Art Brut.
También murió Almudena Grandes, la escritora musa de la izquierda de los últimos años. y también he podido leer textos de homenaje de algunos de sus ilustres amigos. No es que su pensamiento estuviera muy lejos del mío, eso desde luego, es que su catadura moral, a juzgar por alguna de sus reflexiones, era de muy baja categoría. y pongo como ejemplo su comentario sobre las monjas violadas y asesinadas a mano de republicanos durante la guerra civil española. Almudena Grandes lo despachó diciendo que eso sería probablemente el único momento de placer de esas mujeres , así de contenta. Ya pueden ir subiéndola los trompeteros de siempre, lo están haciendo, a los altares de la cultura española.
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